Una década añorando al genio…
HAY MOMENTOS que quedan marcados en la conciencia y en el mapa general de nuestras vidas; cosas que no olvidamos por más años que nos pasen por los huesos.
Nunca se olvida el resbalón y el culetazoque di en la azotea de la casa la primera vez que pisé la nieve en Córdoba, contres o cuatro años; o cuando vi el mar por primera vez en Cádiz; o el momento en que pude ver a mi padre perder milagrosamente la barriga, picando piedra en la carretera del ‘Puente Nuevo’. Tampoco se me olvidan los momentos tensos, llenos de emociones temblorosas, de cuando mi madre se iba a la ‘lonja’ antes del amanecer, a emprender la aventura diaria de comprar – ‘de prestado’ - la verdura que después tendría que vender para saldar la deuda y ver la forma de sacar adelante a nueve; y los sufrimientos que de vez en cuando hacían acto depresencia.
Igualmente, queda presente la felicidad de las fiestas anuales: Nochebuena, con la boca ‘echa agua’ al preparar mimadre las perrunas que no veíamos desde el año anterior; la Semana Santa, con ritos escalofriantes, aparte de la experiencia, siempre especial en la niñez, de estar en la calle hasta las tantas de la noche; las ‘gachas del Día los Santos’, las verbenas… Tantas fechas buenas marcadas y esperadas anualmente…
Y otras inesperadas, como la noche del arrebato de emoción y de nervios al conocer al joven artista que estaba poniendo boca-abajo todos los patrones que andábamos siguiendo en aquel tiempo, no digo los guitarristas flamencos, sino todos los aficionados, ya fueran profesionales o sencillamente amantes de este arte.
Yo estaba en el tablao donde trabajaban algunos colegas que estaba visitando. Paco se presentó, acompañado por su padre, y el revuelo que causó ya demostraba hasta dónde estaba calando… No! hasta dónde había ya calado la genialidad de aquel chaval.
Inevitablemente, hay también otros aniversariosde distinta índole, igualmente imposibles de olvidar, porque te remontan al día en que el destino te arrebató algo que sentías que era tuyo, no porque te perteneciera, pero sí porque ocupaba un espacio dentro de tu conciencia y de tuser que lo hacía parte de ti mismo. Ahora estamos ante uno de esos momentos inolvidables, un aniversario del día cuando se nos fue la persona y el genio musical másquerido, por estar instalado en lo más profundo de nuestra sensibilidad.
Paco nos dejó hace ahora diez años. Es porsupuesto una fecha terriblemente triste, pero al mismo tiempo - no dejo depensar – una fecha repleta de recuerdos hermosos, positivos, de felicidad; del enriquecimiento que su arte había afectado a nuestros sentimientos; del regalo que representa su legado a todos los niveles.
En alguna ocasión habré dicho que soy feliz cuando pienso en personas queridas que ya no están. Y por supuesto me pasa igual con Paco, a pesar de sentir algo en los ojos de vez en cuando, por la tristeza de no tenerlo más entre nosotros.
Y es que, escuchando, muchas veces, como lo he hecho, su sorprendente grabación póstuma, ‘Canción Andaluza’, tengo que confesar que cada vez que la escucho se me humedece la cara. Y no es portristeza sino alegría y cercanía; satisfacción enorme, incluso embriaguez depoder disfrutar de un trabajo tan bien realizado, un proyecto de exquisita sensibilidad, que inspira, conmueve, y que además ‘se pega al riñón’, sobre todosi te has criado escuchando esas coplas en la radio, que era lo único quehabía… o en la voz de alguna de tantas mujeres en la casa de vecinos mientras hacían sus trabajos; o en el pueblo…
Creo que el tratamiento que Paco leaplica a su ‘Canción Andaluza’ demuestra un profundo amor por el género y me parece evidente que siempre se ha sentido cerca y ha vibrado con la profundidad que encierran la poesía y la música que le dan forma. Su grabación es muestra latente de esa realidad y al mismo tiempo digo que sorprende porque Paco, una vez más y con matices nuevos, pone de manifiesto su inigualable genialidad. Aun género que se ha descrito a veces como “popular”, quizás queriendo inferir“ ligero de peso”, él encuentra recursos para colocarlo, sin lugar a dudas, ensu justo nivel expresivo, repleto de contenido; es decir, el nivel que Paco generalmente alcanza en toda su producción.
Con respecto a la Canción Andaluza parece que tenía que llegar la circunstancia de que Paco abordara el tema, y gracias alos dioses, llegó… y no sabemos hasta donde hubiera podido continuar Paco explorando el campo de esa vena cultural rica y densa si no hubiera intervenido el destino en la fecha que ahora revisamos, diez años después…
Para su proyecto, Paco se adentró en elespíritu creativo de grandes artistas andaluces: Antonio Quintero, Manuel Quiroga, Rafael de León, Salvador Valverde o Juan Solano, todos ensalzados en la grabación. Ciertamente el resultado es un homenaje sentido a la canciónandaluza basado esencialmente en la obra del trío mítico formado por Quintero, León y Quiroga y, en parte, Solano y Valverde…
La cultura popular andaluza, llena devida, de humanidad, latente a ras de tierra, es para estos grandes maestros uncampo fértil donde plantar sus tallos poéticos, que abonan, cómo no (!), con elrico manantial expresivo del cante flamenco, creando una narrativa musical que se convierte en el vehículo ideal - y urgente -para que el pueblo andaluz cante, a viva voz, su historia, sus amarguras, sus alegrías… su identidad…
Y si los grandes compositores y poetas protagonistas del desarrollo de la Canción Andaluza utilizan materiales vivos del cante flamenco para completar su obra y entregársela al pueblo, Paco, como no podíaser de otra forma, se lanza a andar el camino en sentido contrario. Es decir, consu mente prodigiosa, su corazón apasionado y con su inquebrantable compromiso con la esencia del arte flamenco, su proyecto es conducir a la canción que tanto ama al terreno de la más profunda flamencura.
Qué pena que se nos fue… Y qué alegríaque nos dejara tantos inigualables regalos…